Dos meses y casi diecisiete días después del cumpleaños de la casa, decidí volver.
La tierra necesita que se muestre en este mundo.
Ya estoy cansado de que Anapoima sea un rincón olvidado en el mapa. (Puede que no, pero para mí es más que cierto).
Ya estoy cansado de quedarme callado y con los dedos mochos (literalmente).
Es hora de volver a las raíces y mostrar su cosecha.
Es hora de mostrarle al mundo lo que es Anapoima.
En este momento, quedan poco menos de tres días para que se inicie la fiesta máxima del pueblo de Anapoima, el Concurso de Bandas. Y yo, como músico de corazón que soy, debo estar ahí, escuchando las manifestaciones musicales de unos puñados de niños y jóvenes que intentan derrotar los males de este país a punta de arte.
Bienvenidos a Anapoima, Tierra Mía. El blog del pueblo de la Eterna Juventud.
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