lunes, 23 de mayo de 2016

Uniforme escolar.

Sobre estas fechas, hace veinte años, Anapoima y el resto de municipios que integran el Departamento de Cundinamarca vivieron un cambio en su diario vivir en cuanto a la vestimenta de todos los estudiantes de Educación Básica en sus planteles educativos oficiales, tanto en las sedes de Primaria como en los Colegios Departamentales. 

Cuando ingresé a cursar la primaria, recuerdo muy bien que el uniforme para los niños se componía así: Camisa blanca de cuello en v, con botones; pantalón de jean de color azul (blue-jean); medias blancas clásicas y zapatos negros de embetunar.  Las niñas vestían una jardinera escocesa de fondo rojo, blusa blanca de cuello en v, medias blancas dobladas a la altura del tobillo y zapatos negros de embetunar.  Solíamos utilizar el uniforme tal cual lo establecían las reglas, pero, cuando cursamos quinto grado, la distancia entre nuestra residencia y la Concentración Escolar Policarpa Salavarrieta era más larga de lo normal y decidimos cambiar los zapatos negros por los blancos que se utilizaban para Educación Física.  No hubo demasiado problema en ese aspecto.

En 1994 ya llegó la secundaria y el uniforme se mantuvo similar, aunque con mayor estricticidad por parte de los profesores y de las directivas del colegio.  El mismo jean, la misma camisa, los mismos zapatos y las mismas medias.  El asunto radicaba en qué tonalidad de azul debía ser la tela genovesa aquella que componía el pantalón; he visto gente que portaba pantalones de jean que el azul parecía blanco y otros de los que no se sabía si sus pantalones eran azules o negros de la suciedad que acumulaban de forma disimulada.

En 1996 llegó el cambio definitivo para el uniforme de diario, el cual persiste hasta hoy.  Gracias a la falta de uniformidad en el color de los pantalones de jean, la Secretaría de Educación de Cundinamarca cambió ese pantalón por uno de paño, azul oscuro.  El color de las medias se dejaba a elección dependiendo del clima, hubo municipios que eligieron cambiar al mismo azul oscuro, Anapoima se mantuvo en el color blanco y mudó al azul oscuro para los varones en años recientes por aquello de la elegancia.  La jardinera de las niñas dejó de ser la escocesa roja, para ser una de vivos azules y blancos.  En climas fríos, se obliga también a usar un saco tejido de color azul oscuro; aquí no suele utilizarse tal prenda, es opcional en caso de presentarse tal condición luego de la lluvia.

Integrantes de la Promoción de 1999.  Una muestra perfecta del uniforme establecido en 1996 y que dura hasta nuestros días.

En estos últimos tiempos, he visto que muchos jóvenes no portan con propiedad el uniforme.  Visten medias tobilleras, mantienen las camisas fuera del pantalón, en ocasiones se las quitan para poder jugar "micro" en los descansos y horas libres.  No hace mucho aconsejé a varios estudiantes que no se volvieran a colocar esas medias, que solo se verían bien cuando las usen con el calzado y el resto de vestimenta que les corresponde, uno informal.  Los profesores ya no se esmeran demasiado por vigilar estos detalles.  ¿Qué tanta elegancia han perdido nuestros jóvenes al verlos tan mal arreglados, con esos uniformes tan descuidados? 

Esos tiempos míos, donde hasta el corte de pelo era minuciosamente examinado, ya son pasado, aunque nuestros docentes conservan algo de ese tiempo pasado para que esta juventud de ahora imite los pasos de muchos que como yo, recorrieron esos senderos de arenisca y ocuparon esos viejos salones de ladrillo lacado, que ocupan lo que fue el querido Colegio Departamental Integrado de Anapoima, hoy la Institución Educativa Departamental Julio César Sánchez García. 

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