Anoche quise "tentar a la suerte" e inexplicablemente -¿o de forma esperada?- recibí respuesta en la mañana de hoy.
Quería, porque deseaba hacerlo, pero no podía, porque quise darle tiempo y espacio a esa persona. Supe hacerlo y supe ser paciente.
Por esa persona, aún sigo en esta etapa. Se lo prometí en un momento difícil y espero poder seguir cumpliendo.
Hoy inicio el camino a otra edad temida, mis treinta y cinco años de vida. Así, con una sonrisa, en medio de un mar de preocupaciones y de noticias tristes, ya que las cosas no andan muy bien y en la tarde, una persona conocida de este sitio donde ahora trabajo, sufrió un grave accidente. De todo corazón, espero que esté muy bien, su hija lo ama y suficiente imagen tuve con sus lágrimas.
Extraño mi casa, hace mucho frío aquí, pero no estoy para quejarme, algo de tiempo estoy recuperando. Pronto volveré, para disfrutar un rato de sus fiestas.
En fin... La sonrisa de hoy es un aliciente para seguir adelante.
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