Hoy la pasé bien, pese a que el entorno estaba bastante aburrido, más que en otros sábados. No quedaba un solo estertor de lo que fue la Semana Santa aquí.
Mi hermano llegó temprano a casa, con su pareja sentimental. Conversamos un rato, desayunamos, almorzamos. Fue una mañana perfecta. Incluso, vimos la última etapa de la Vuelta al País Vasco, la cual ganó Joaquim "Purito" Rodríguez ante Sergio Luis Henao en una dura contrarreloj. Se devolvió pronto a Bogotá, lugar donde él trabaja y dejó triste a Simon, la mascota de la casa que siempre se alegra por verlo.
Después de eso, terminé el informe que me faltaba redactar y dormí un buen rato, pero me desperté justo apenas para ver buena parte de "Érase una vez en México", la secuela de "Desperado", película que me agrada ver, entre las pocas que logran tal fin. Me arreglé nuevamente y salí a la calle, donde confirmé el aburrimiento reinante en este poblado, pese a que transcurría una maravillosa tarde.
Pensé en salir de Anapoima, pero no quise hacerlo. Debía resolver algunos asuntos hoy. El lunes habrá tiempo. Vuelvo al hoy, y veo que los tiempos han cambiado y duro para mí. Lo he dicho, ya no es lo mismo un sábado de hace quince o veinte años que el sábado de esta década.
Esta noche trataré de pasarla bien, sin aburrirme. Habrá algo por ahí que me cambie el semblante. De todas formas, mañana es otro día y mañana debo estar ocupado. Ojalá no haya nada que me afecte, ni esta noche, ni mañana. Otro sábado vendrá y ojalá sea diferente. Falta poco para ese día, que debe ser bueno. Y ya tengo confirmación de que será diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si viene aquí a comentar, que sea para eso, no para armar pleitos. Si viene a otra cosa, váyase para su casita y deje que otros que sí tengan voluntad de comentar correctamente lo hagan.