miércoles, 15 de abril de 2015

Cumpleaños en la montaña.

Miércoles 15 de Abril del 2009.

Ese día, cumplí veinticinco años de vida.

Para ese tiempo, me encontraba trabajando en un poblado cundinamarqués bastante alejado, incluso de su misma cabecera de provincia, llamado Gutiérrez.  Ese día, debía llegar allá para descansar y trabajar al otro día.

Lo que sucedió en ese día, es digno de recordar para mí, primero, porque no suelo pasar cumpleaños fuera de Anapoima y segundo, porque tuve un presente imborrable.

Quise probar una nueva ruta para movilizarme hacia el Oriente, y elegí viajar por Soacha, para llegar a algún punto cercano a Jardines del Apogeo y tomar una ruta que me llevase hacia Yomasa.  Pude encontrar una ruta -si no me equivoco, fue una buseta de Cootranskennedy la que me transportó- y antes de las cuatro llegué a Yomasa, el tiempo suficiente para abordar la Ford Econoline de Transoriente que saldría a las cuatro y media hacia Gutiérrez, por la ruta de Une.

Sobre las siete y cuarto llegué allá, después de un duro camino -la carretera entre Une y la vereda La Concepción es completamente destapada-, y alcanzando la buseta de Cootranscáqueza que llegaría también a Gutiérrez, por la ruta de Fosca.  Dejé mi maleta en la residencia, y salí con algo de afán nuevamente al parque donde tendría mi "regalo".

En Gutiérrez, iniciaría un tour cinematográfico denominado Cinegira, cuyo fin era mostrar a los moradores de muchas poblaciones alejadas de las grandes urbes, que componen el grueso de la población colombiana que nunca ha asistido a una función cinematográfica.  Y ahí, en Gutiérrez, disfruté de una grandiosa película llamada "Alborada Carmesí", la cual trataba diez historias distintas sobre el determinismo y la muerte; siendo grabada en los Llanos Orientales y protagonizada por Ruddy Rodríguez.  Recuerdo mucho la danza que representa Telmary Díaz al espantar al llanero nómada que los visitó para asustarlos.

Después de la proyección, me invitaron a tomar canelazo, pero no estuvo cargado de alcohol, pues el licor lo agregaron cuando la mezcla estaba hirviendo y como sabemos, el alcohol es más volátil que el agua.  De todas formas, estaba delicioso y me ayudó a pasar mejor esa fría noche de Abril en las montañas de Oriente.

Esa película fue mi regalo de cumpleaños y el mejor recuerdo que guardo de Gutiérrez.  ¿Volveré?  Algún día, ojalá pronto.

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