martes, 29 de marzo de 2016

114.

A esa cifra llegó el listado de cupos, entre nominales y numéricos, de deportistas colombianos que participarán en los venideros Juegos Olímpicos a realizarse en Río de Janeiro.  La selección masculina Sub-23 de fútbol, aunque sufriendo y con muchas dudas tanto en su capacidad táctica como en su calidad técnica, derrotó -quizá contra pronóstico- a su similar de los Estados Unidos por 2-1, en casa "gringa", lo cual permitió su propia clasificación a los Olímpicos y sumar números para superar la cifra de deportistas que viajaron y participaron en los pasados juegos de Londres.

Honestamente, me declaré muy neutral respecto a este asunto, pues me encontraba en medio de dos sentimientos.  Uno, el recuerdo del Londrinazo.  El otro, el deseo consistente en que Colombia tenga una buena cantidad de deportistas en unos Juegos Olímpicos -y con altas posibilidades de conseguir medallas-.

Primó el segundo al final.  En varias partes dije que Baltazar Medina -el presidente del Comité Olímpico Colombiano- se frotaría las manos cuando Roger Martínez anotó cada gol que daría redondez al marcador final en tierras tejanas, aún después del infortunado autogol de Deiver Machado.  Supongo que el señor Medina iría a dormir muy contento después de tantos insultos, de tantas críticas y de tanta alegría desplegada por buena parte de los aficionados hacia esa selección, pues después del partido de la selección mayor ante Ecuador no muchos quisieron irse de largo hasta pasada la medianoche.

Aún faltan más deportistas por clasificarse, en especial los bicicrosistas, que tienen al menos una medalla segura.  Seguramente llegaremos a los ciento veinte deportistas en Río.  Queda camino y por ahora, puedo decir que la Federación de Fútbol tendrá una tarea durísima en estos cuatro meses que vienen, porque no solamente se tienen que ocupar de esta ahora selección olímpica, sino de su par femenino y de la mayor que competirá en la Copa América que se realizará en los Estados Unidos.

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