miércoles, 20 de enero de 2016

Hay que saber leer.

En días recientes escribí en mi otro blog sobre la situación que se vive dentro de la eterna pelea entre el fútbol de salón y el fútbol sala que está reflejada en una decisión que tomó el Ente Deportivo Municipal de aquí que se inclinó por esta copia barata y arribista que quiere imponer la FIFA -que actualmente vive su propio calvario- desde hace unos veinticinco años.

Como lo cité allá, no es menester para mí tratar en estas líneas las situaciones que motivan tal decisión, y con ello dejo más que claro que conozco de antemano tales situaciones.  Dejo también claro que lo que conozco de eso que resalté en negrita, es demasiado extenso y que lo correcto es dejarlas claras ante las personas directamente involucradas en primera instancia y a las entidades deportivas de orden superior en segunda; como dice la frase, "la ropa sucia se lava en casa".

Y como aquí hay gente arrogante y provocadora, hago hincapié en dos conductas muy particulares, una, la de un ex-contratista del Ente Deportivo Municipal que en vez de mantener su boca callada a sus poco más de cuarenta años se pone a provocar a este servidor con su "alegría desmedida" por la "llegada" del fútbol sala, cuando en varios eventos del fútbol de salón se le vio burlándose de forma descarada y rozando la canallada de la labor de varias personas ligadas a este bello deporte, incluyéndome cuando debía trabajar de la mejor forma posible para que los eventos en los que participé tuvieran al menos un cariz de profesionalismo.  Ni siquiera era capaz de apoyar las labores que le correspondían a su cargo.

La otra conducta particular, es la petulancia infame del secretario pagador del Ente Deportivo Municipal.  Y digo petulancia, porque el mantenerse aferrado a un puesto por casi cinco años -quizá más- le está dando poder para pasar por encima de la gente que literalmente, con sus impuestos le paga el trabajo que le están dando.  Este personaje ha tenido demasiados encontrones no solo con integrantes de la comunidad, sino con sus propios compañeros de trabajo, y lo peor, conmigo en no menos de cinco ocasiones.  De una manera un poco tosca pero decente le pedí en Septiembre pasado que se abstuviera de dirigirme la palabra y ayer, rompiendo esa petición, se metió en una conversación que a él no le interesaba y por poco provoca una pelea.  De veras que si él tuviera un poquito de madurez y de sentido común se quedaría calladito y, por qué no, pensaría en renunciar a esa labor que tiene.  Seguramente yo hubiese hecho lo mismo y sin ningún acto de contrición de por medio.

Lo peor de todo es que vi dos comentarios del citado personaje en el otro blog restregándome en la cara los problemas que he tenido en mis eventos y el supuesto desconocimiento de las situaciones que vive la Liga de Fútbol de Salón de Cundinamarca actualmente.  Lo pesqué facilito por el vocabulario que manejó en esa demostración de arrogancia que tuvo la tarde anterior.  Si no supiera de esas situaciones, ¿no dejaba claro que tengo conocimiento de ellas?  Se nota clarito que un concepto fundamental de la vida que se enseña en la primaria denominado COMPRENSIÓN DE LECTURA lo pasó por la faja.
 
Por supuesto que borré esos comentarios.  Ni me interesa ponerle atención a este personaje, que por muy profesional universitario que sea, tiene la percepción propia de alguien que pasa más tiempo en un escritorio metiéndose en conversaciones que no le interesan en vez de investigar y proponer soluciones democráticas para que las situaciones que vivan el deporte municipal y departamental mejoren.

Lo que sí le pediré -de la mejor manera posible, obviamente- al Alcalde Municipal de Anapoima es que este personaje cierre su ciclo en el Ente Deportivo Municipal.  A mí nadie me pisotea y menos en mi propia casa.  Personajes así, son los que enlodan las buenas intenciones y los felices términos en lo que a la administración pública respecta.  Y ojalá, que el personal restante del Ente Deportivo Municipal se dé cuenta de que los radicalismos en cuanto al deporte no siempre funcionan, hay muchos municipios en Cundinamarca que aún siguen fieles al fútbol de salón y que por las razones que tengan, apenas pueden participar en Juegos Intercolegiados.  Anapoima creció siendo salonista y lo seguirá siendo hasta que la ley de la vida determine el fin de este bello deporte.  Es obvio también decir que seguiré fomentando la práctica del fútbol de salón, y así este país organice un mundial de esa modalidad deportiva plagiada, no cederé a los caprichos de una dirigencia corrupta como la de la Federación Colombiana de Fútbol, que a duras penas puede sostener a su deporte núcleo y no es capaz de cumplir con las promesas que le hizo a un puñado de mujeres que hizo una representación más que digna el año pasado en Canadá.

En cuanto a ese personaje, mantendré la política que he tenido en este último tiempo, consistente en evitar cualquier tipo de trato, inclusive el saludo.  Y también espero que se abstenga de dirigirme la palabra, claro se lo dije en Septiembre, claro se lo dije ayer y espero no tener que utilizar las vías de hecho para dejárselo de nuevo claramente.  Ojalá tenga que tragarse todas sus palabras, incluso de halagos hipócritas, que ha pronunciado en mi contra, y no olvidaré tampoco la vez que se atrevió a medírsele a mi propio hermano, cuestión que no acepto nunca.

Solo una cosa le quiero decir a ese personaje, para cerrar este texto y despedirme: ¡Aprenda a leer, carajo!

viernes, 15 de enero de 2016

A tres meses.

Hoy cumpliré años un viernes.  Como hoy, tanto en día como en fecha numérica.

Este año me ha dejado algunas experiencias agridulces, queridos amigos.  No solo en lo económico, sino también en lo familiar.  Ya la vida empieza a marcar hitos respecto a ese último ítem.  Mi vida cambia poco a poco gracias a esas ausencias definitivas.

Hay otros asuntos de no menor importancia que debo resolver antes de lo que tengo planeado, así que son tarea para la semana que entra.

En cuanto a mí, ya veo que muchos han entrado a otras experiencias de vida.  No sé si llegue a ellas.  Como se ha dicho, solo el tiempo lo dirá.

viernes, 8 de enero de 2016

"¡Vamos a bailar!"

David Bowie, para los registros David Robert Jones, nació en el barrio londinense de Brixton un día como hoy de 1947.  Siendo un niño superdotado y a la vez muy temperamental -cualquier parecido con el autor es pura coincidencia- se destacó por su talento musical y coreográfico.  Tomó su nombre artístico gracias a Jim Bowie, aquel héroe del sitio de El Álamo en Texas.

Llegó a tener éxitos desde antes de la década de los setenta, y conforme su profundidad en sus temas variaba, igual siguió logrando éxitos a lo largo de todos estos años, como el que voy a compartir hoy en este texto.

Antes de producirse el disco "Let's Dance", que contiene esta canción epónima, Bowie tenía pensado trabajar con Tony Visconti, pero sorpresivamente eligió a Nile Rodgers para producir el disco, lo cual deterioró su relación con Visconti por casi veinte años.  Este tema se convirtió en uno de los mayores éxitos tanto en ventas como en las clasificaciones del mismo Bowie, quién no sabía que quería lograr con el citado al buscar llegar a una nueva fanaticada.

¡Sírvanse disfrutarla y recordar estos bellos tiempos!



"Let's dance! 
Put on your red shoes and dance the blues.
Let's dance!,
to the song they're playin' on the radio."

"Let's sway!,
while color lights up your face.
Let's sway!,
sway through the crowd to an empty space."

"If you say run, I'll run with you.
If you say hide, we'll hide.
Because my love for you,
would break my heart in two,
if you should fall,
into my arms,
and tremble like a flower."

"Let's dance!"
"Let's dance!,
for fear your grace should fall.
Let's dance!,
for fear tonight is all."

"Let's sway!,
 you could look into my eyes,
Let's sway!,
under the moonlight, this serious moonlight."

"If you say run, I'll run with you.
If you say hide, we'll hide.
Because my love for you,
would break my heart in two,
if you should fall,
into my arms,
and tremble like a flower."

"Let's dance! 
Put on your red shoes and dance the blues.
Let's dance!,
to the song they're playin' on the radio."

"Let's sway!,
you could look into my eyes,
Let's sway!,
under the moonlight, this serious moonlight."

 ♫