jueves, 10 de agosto de 2017

Una década. (¡Felices 390 Años!)

Solo quedan diez años para que esta meseta cumpla su cuarto centenario de fundación.

Se han celebrado cosas, se han hecho ceremonias, ¿pero de qué sirven, si todavía siguen muchos problemas?

En diez años, muchos de nuestros líderes que han hecho a Anapoima grande y reconocida, seguramente no estarán entre nosotros.  En esos diez años, ya seremos más viejos y debemos haber resuelto los problemas que nos aquejan.  En ese tiempo, los líderes que han dicho ser los que han sido los mejores líderes en la historia de nuestra patria tendrán que tragarse sus palabras.

En diez años, tendremos que erradicar los vicios que nos dejaron en casi treinta.  En diez años, debemos dejar de ser tan mediocres, tan conformistas, tan desagradecidos con el trabajo ajeno.  En diez años, Anapoima debe ser la que intentó ser antes del final del Siglo XX, con un parque precioso, con un espacio público manejable, con funcionarios que sepan que la belleza no sirve si no funciona adecuadamente y con funcionarios públicos que sepan que primero le sirven a su pueblo y no a un grupo en particular.

Camino somos de ser otra Cartagena, una ciudad que oculta su cara más desagradable para agradar a unos pocos personajes con billetes de alta denominación.  Debemos garantizar el empleo para todos nuestros nativos, no ser la bolsa de empleo de nuestros vecinos.  Muchos de nosotros no podemos emplearnos en nuestra propia tierra porque no somos "caribonitos" ni somos del agrado personal de aquellos que podrían requerir nuestros servicios; todos vienen de afuera y con derecho a pisotear a placer el esfuerzo que han hecho muchos de mis paisanos.

Se vislumbra el nuevo acueducto que resolverá nuestra carencia más grande, el suministro de agua todos los días.  Esperemos que esto beneficie más a los que viven en los barrios y no a aquellos que vienen cada tres semanas a ver si no les robaron nada.  Deseo que la Banda Municipal de Anapoima vuelva a ser grande como hace veinte y treinta años, no el plato de segunda mesa al cual la condenó un innombrable.  Deseo, que nuestras autoridades no se sigan dejando matonear en el tema del "Plan Retorno", que tanto afecta al norte anapoimuno.  Deseo, que no sean populistas en el tema de los eventos deportivos y aprendan que del gasto solo queda la olla rota.

En fin, Anapoima cumplió con pompa trescientos noventa años de fundación como un poblado dentro de la Colonia.  Hay mucho por hacer, y de todos nosotros depende que la poquita identidad que tenemos, la misma que se está perdiendo porque somos unos mediocres y conformistas, siga viva en el 2027, si es que seguimos vivos para esa tarde.