miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡Adiós, Diciembre! ¡Adiós, 2014!

Hoy tenía planeado descansar, pero hubo un pequeño cambio de planes en la tarde que me permitió no pasar en blanco esta tarde.  Aproveché, felicité a los que encontré por ahí y disfruté de una preciosa tarde.

Se fue el último mes de este año y el año propiamente dicho.  Fue un año "regular", por cualquier arista que se le mire, porque no se lograron las metas propuestas, en especial una, porque dolió mucho.  De resto, hubo salud, hubo voluntad y algo de alegría, pero no felicidad ni sosiego.

De los regalos materiales ya hablé, ya se estrenaron.  Pienso más en el año que llegará esta medianoche y lo que traerá para mí y para los que están cerca de mí.  La idea, en primera instancia es superar lo que sucedió en el Septiembre que se fue.  ¿Participaré en algún otro concurso de méritos?  Es probable, este año que llega debe realizarse el Concurso Docente y ya es hora de clasificar.

Algún viaje largo realizaré, quizá en el mismo Enero.  La cámara debo llevarla a revisión.  Debo hacerme varios chequeos médicos.  Debo realizar mis eventos, ya hay algo avanzado.  Debo finiquitar la salida de mis colecciones repetidas.  Quizá se intente lo del postgrado.

Hay muchas cosas por hacer, todas para bien.

Un año nuevo llega, con buenos propósitos y metas, ojalá se cumplan.

Y para despedirme...

¡Un muy Feliz y Próspero 2015 para todos ustedes, que todo lo bueno que se propongan, se cumpla!

lunes, 29 de diciembre de 2014

"Llévame a la iglesia".

Andrew Hozier-Byrne es un músico irlandés nacido en 1990, conocido en el mundo por su primer apellido -Hozier-.  Nació en Bray, hijo de músicos y quiso seguir esa carrera profesionalmente en Dublin, la capital irlandesa, pero abandonó sus estudios al primer año para grabar demos con la firma Universal.  Fue miembro del grupo coral Anúna entre el 2008 y el 2012, donde hizo parte de varias giras como solista, destacándose tanto en Noruega como en los Países Bajos.

En el 2013, lanza su primer álbum, denominado también "Hozier".  El cantautor anunció que esta canción que compartiré, es el primer sencillo y puerta de entrada a su ópera prima, la cual fue presentada el 16 de Septiembre de ese año.  La letra contiene una interpretación metafórica donde el protagonista de la canción compara a su amante con la religión, Hozier mismo comentó ante una publicación irlandesa que había encontrado la experiencia del enamoramiento como la propia muerte.

El video, debo decirlo, no es apto para mentes susceptibles, dado su contenido explícito tanto sexual como violento; el mismo Hozier no aparece en el citado.

La canción fue nominada para los Premios Grammy como "Canción del Año" y llegó al primer lugar de las listas musicales en Austria, Bélgica, República Checa, Grecia, Islandia, Italia, Líbano, Luxemburgo, Suecia, Suiza, Eslovaquia y Estados Unidos.



"My lover's got humour,
she's the giggle at a funeral,
knows everybody's disapproval.
I should've worshipped her sooner."

"If the heavens ever did speak,
she's the last true mouthpiece,
every Sunday's getting more bleak,
a fresh poison each week."

"'We were born sick', you heard them say it."

"My Church offers no absolutes,
she tells me, 'Worship in the bedroom'.
The only heaven I'll be sent to,
is when I'm alone with you."

"I was born sick,
but I love it,
command me to be well.
Amen! Amen!  Amen!  Amen!"

"Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies,
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife,
offer me that deathless death,
good God, let me give you my life!"

"Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies,
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife,
offer me that deathless death,
good God, let me give you my life!"

"If I'm a pagan of the good times,
my lover's the sunlight,
to keep the Goddess on my side,
she demands a sacrifice."

"Drain the whole sea,
get something shiny,
something meaty for the main course,
that's a fine looking high horse,
what you got in the stable?
We've a lot of starving faithful."

"That looks tasty,
that looks plenty,
this is hungry work."

"Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies,
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife,
offer me that deathless death,
good God, let me give you my life!"

"Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies,
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife,
offer me that deathless death,
good God, let me give you my life!"

"No masters or kings,
when the ritual begins,
there is no sweeter innocence than our gentle sin."

"In the madness and soil of that sad earthly scene,
only then I am human,
only then I am clean.
Amen! Amen!  Amen!  Amen!"

"Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies,
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife,
offer me that deathless death,
good God, let me give you my life!"

"Take me to church
I'll worship like a dog at the shrine of your lies,
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife,
offer me that deathless death,
good God, let me give you my life!"

♫ 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡Feliz Navidad!

He dicho que para mí, la Navidad no es la misma desde hace algún tiempo.

Este año, no fue tan amarga, por lo menos, desde el punto de vista material, independientemente de lo que sucedió meses atrás.  Me he dado gusto desde Octubre, adquiriendo cosas que deseaba con cierta ansiedad y ahínco, y con sacrificio y voluntad se lograron las metas.

Un celular, las zapatillas de correr, la camisa blanca que tanto deseé, el trípode, un pantalón, otra camiseta de Nacional y otra de un club que no nombraré -fue parte de una promesa ya cumplida-, fueron mis regalos para alegrar este final de año.

En lo que realmente respecta, lo espiritual, pues, ¿qué les digo?  Herido estoy.  ¿Se está superando?  Quizá.  Lo cierto es que en esta fecha, aparte de pedir algo más para mí, dejo a un lado el egoísmo y pido por ustedes, por mi familia, por mis amigos, por aquella persona que marcó mi vida.

Como todos los años, ¡deseo de todo corazón una Feliz Navidad para todos y que la llegada de nuestro Señor Jesucristo, los bendiga y los ilumine en todo lo bueno que se propongan!

domingo, 21 de diciembre de 2014

Necesito un abrazo.

Dos días muy perversos tuve.

El viernes, un miserable auxiliar bachiller de policía me insultó y no tuve más que pegarle un puñetazo.  Sé que es ilegal hacerlo.  Estuve detenido por más de una hora en el Comando y créanme, no soporto la petulancia de los auxiliares bachilleres de policía que rondan aquí.  Corruptos, sinvergüenzas, altaneros, por no decir otros adjetivos que rayan en la grosería.  Son unos niños que les faltó rejo en la casa.  Se aprovechan de la falta de legalidad que hay en algunos aspectos de nuestro entorno y hasta patrocinan que la gaminería y la suciedad sean la constante en esta meseta.

A esto estuve de ser judicializado y estaba dispuesto a asumir las consecuencias, con mucha tranquilidad, porque sabía que él me provocó y podía yo alegar defensa propia.  Yo me disculpé con el mismo comandante -está casado con una compañera de universidad- pero el sinvergüenza a quien agredí, siguió siendo el mismo petulante de siempre.  Me gustaría hacerlo quedar mal en todo sitio, pero sé que existen unas mejores formas de acallarlo, al igual que a sus compañeros, que por su conducta enlodan a la Policía.

Hoy, unas monjas me estafaron, haciéndome perder veinte mil pesos y las muy orondas se fueron.  Me alteraron el día, hasta el Lumia alcanzó a pagar las consecuencias.  Juré, con el respeto que se merecen las personas que pertenecen a las comunidades religiosas, que un acto así no se quedaría sin su recompensa.  Detesto que una religiosa no profese los valores que supuestamente dice tener y transmitir.  La patrona debió poner de su bolsillo ese dinero, aún me causó más rabia.

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Estos dos días, me amargaron los días previos a la Navidad.  Lloré mucho, de la rabia, de la frustración.

En esta noche necesité más que nunca de un abrazo.

No importaba de quién viniera, podía ser de alguien de mi familia, de algún amigo, de alguien que me estimara mucho, incluso hasta de esa persona.  Lo necesitaba.

Aún necesito ese abrazo.

Necesité, que alguien me diera ánimo y me dijera "Jairo, tranquilo, no ha pasado nada".  Así hayan pasado treinta diluvios seguidos, me hubiera ido a la cárcel o tuviera que pagar ese desfalco con mi propio dinero.

Nadie en mi casa me da un abrazo, ni mis pocos amigos ni mis conocidos.  Tampoco soy persona de dar abrazos ni besos en la mejilla.  Quizá haya sido la costumbre rígida que tomé desde niño, de mantener distancia respecto a la gente; pensarán muchos que soy una persona seca y distante.

Pero, esta noche de fin de semana, mi corazón clama ese abrazo.

Pido perdón a ustedes por lo que narré de entrada, la agresión a ese muchacho.  No es correcto, lo sé, pero entiendan que una autoridad no puede pasarse por la faja sus propios deberes, inclusive el de respetar su entorno y a la gente que lo habita.  A las monjas, ya les daré su recompensa, pero no será excesiva, sabré construirla.

A esta hora, aún lloro de tristeza, pero se pasará la página pronto.

De todas formas, aún quiero un abrazo.  No solo de compasión, sino también de felicidad y de alegría, porque viene una preciosa fecha y valdrá la pena estar contento para disfrutarla.  Sepan comprenderme, queridos amigos; aquí estaré por si me necesitan.

Y así no lo reciba físicamente, ¡agradezco ese abrazo que me den!  ¡Muchas bendiciones para ustedes!

sábado, 13 de diciembre de 2014

"Auto Rojo".

Vilma Palma e Vampiros es una de las grandes bandas del rock argentino y latinoamericano, fundada en 1990 por Mario "Pájaro" Gómez, Gerardo Pugliani y Jorge Risso, quien abandonaría el grupo años después.  El nombre surgió gracias a un grafitti escrito en las persianas de una fábrica de muebles de Rosario que al poco tiempo se fue borrando, quedando el nombre que adoptó la banda gracias a Jorge Risso.  Su recorrido musical inició en los clubes de la ciudad de Rosario y ganando poco a poco adeptos que los catapultaron a la fama.

La canción que compartiré hoy, está incluida en el álbum "3980", lanzado en 1993. Sobre ella, puedo decir que fue la primera canción del rock en español que recuerdo, pues la escuché en el paseo que tuve al Parque Jaime Duque.  ¡Aquí está, escúchenla!



"Te busqué en mi auto rojo a las 6,
llevaba un frac muy nuevo
que en verdad no me quedaba muy bien.
Te llevé por la ruta que va a al sur,
'nene, ¿no vas rápido?',
dijiste mirándome, extrañada".

"Te confesé que quiero,
meterte en mi cama,
viéndote sonreír de placer,
te prometí que solo 
tocaría tus pies,
si empañamos los vidrios
esta bien".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

"Soñaba ver tu pecho tatuado,
debajo de tu collar
que en verdad tengo ganas de arrancar.
Te toqué por la línea que va al sur,
'¿puede ser mas rápido?',
te dije mirándote, exaltado".

"Te confesé que quiero,
meterte en mi cama,
viéndote sonreír de placer,
te prometí que solo 
tocaría tus pies,
si empañamos los vidrios
esta bien".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

"Amor, si estas con ganas de más,
porque no te desvistes en la parte de atrás,
si te da igual, desgarra mi frac,
esta noche es muy simple, dices que no y ya está,
no puedo parar, ya no aguanto más,
me siento imparable con tu parte de atrás,
si te da igual, date la vuelta".

"Te confesé que quiero,
meterte en mi cama,
viéndote sonreír de placer,
te prometí que solo 
tocaría tus pies,
si empañamos los vidrios
esta bien".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

"Ahora hace calor,
la música suena bastante bien
te juré por mi amor,
que atrás la vamos a pasar mejor".

viernes, 12 de diciembre de 2014

El peor viernes de todos.

Era algún viernes entre Noviembre y Diciembre del 2004.

En ese día, se debían entregar los documentos finales de los proyectos de grado del décimo semestre de ese entonces.

Yo trataba, solo contra el mundo y con un pírrico apoyo, terminar el mío de la mejor manera posible.

Mi sueño, era terminar ese proyecto y graduarme en el 2005.

Pero, lo que voy a contar, fue la mayor frustración de mi vida.  Aunque la haya contado en parte en otro momento, aquí la contaré con más detalles.

Ese viernes fue un día muy frío en Bogotá.  En ese día, la secretaria de la facultad -una joven morena, algo voluptuosa-, estaba algo enferma, y sabía que tendría un día excesivamente estresante por el tema de esas entregas.

Algunos lograron entregar sus documentos y los anexos temprano en la mañana, para su propia fortuna.  Los demás, la gran mayoría, y dentro de la cual me incluyo, dejaron la entrega para la tarde, por razones sustentadas en nuestra propia cultura.

Recuerdo muy bien que tuve que comprar una memoria USB de 256MB para poder guardar todo, y costó bastante, casi $100000 en esa época.  Ahí guardaba los documentos, incluso debía usar disquetes en caso de que esa memoria fallara, guardando el proyecto por partes para evitar problemas con el espacio.  Pues, en ese viernes, corrí contra el reloj para que me imprimieran los documentos del proyecto y los encuadernaran en el centro de copiado que hay en el primer piso del Edificio Fundadores.

Por poco y me quedo por fuera de la oficina de la Facultad, ya que habían dado una hora límite, las cinco de la tarde.  Llegué unos dos o tres minutos antes y la oficina estaba llena de estudiantes listos para entregar el proyecto.  Esperé pacientemente y entregué los documentos, con algo de angustia.

Lo peor vendría minutos después.  Mi asesor, fue al laboratorio de informática donde realizaba mi proyecto, lo revisó y con un poco de indolencia me dijo que mi proyecto no era apto para ser sustentado.  Mi sueño de graduarme joven se derrumbó como un castillo de naipes.

Lloré como nunca había llorado en mi vida, entré becado y quería salir becado.  Había decepcionado de tal forma a mi familia que ni quería volver a casa.  Llamé a la innombrable y le dije que celebraran, pues ella y sus compañeros querían verme derrotado y efectivamente lo lograron.

Minutos después, llamé tanto a mi padre como a mi madre, que en vez de consolarme y dejarme en paz, me dijeron que siguiera adelante.  Yo les respondí que no me ayudaran más, no lo merecía.  ¿Para qué seguir?

Ese viernes, fue el peor de mis poco más de treinta años de vida.  Lo fue, porque me humillaron, me pisotearon con saña y esa fue la cereza del pastel.  Desde ese día, mi vida nunca fue la misma de antes.  Me considero y me consideran el peor y lo sigo siendo, ni lavándome con lejía me quito esa mancha.  ¿Qué perspectiva podía tener yo si tendría que gastar por lo menos un semestre más intentando graduarme?  ¿Qué favor le hacía a mi familia gastando dinero que no se tenía en ese semestre?

De nada sirvió ese esfuerzo.  Salí de allá con los pies por delante.

Diez años después, el recuerdo sigue vivo, porque como lo había dicho, mi vida no siguió siendo la misma.  Esa Navidad, fue la peor de todas.  Varios días después, presenté el bendito ECAES y los resultados no fueron los mejores.  De ese semestre, me quedó la sensación consistente en que no sirvo para muchas cosas de mi profesión real.

Hoy, no sé qué pensar...