domingo, 30 de diciembre de 2018

"Bailando".

Alaska y Los Pegamoides fue un grupo de rock español fundado en 1979, luego de la separación del grupo Kaka de Luxe.  La cantante de origen mexicano Alaska -María Olvido Gara Jova-, junto a los músicos españoles Nacho Canut, Manolo Campoamor y Carlos Berlanga, encontraron una afinidad muy fuerte en Kaka de Luxe y decidieron comunicarle al resto de sus compañeros de esa banda su decisión de tomar otro camino.

El grupo, así como se formó, fue viendo cómo los desencuentros y la formación de proyectos paralelos lo fueron disolviendo lentamente.  Al salir Campoamor y la salida de sus dos primeros bateristas, fueron reclutados Ana Curra y Eduardo Benavente.  En 1980, lanzaron su primer sencillo, denominado "Horror en el hipermercado", el cual tuvo un moderado éxito en las emisoras españolas.

En 1981 iniciaron la producción de su único álbum de estudio "Grandes éxitos", donde se incluye el tema que compartiré a continuación, y cuyo lanzamiento se realizó en Abril de 1982.  Berlanga había abandonado el grupo por desacuerdos varios y a finales del mismo año, antes de finalizar el proceso de producción, el grupo decide separarse, con una Alaska que deseaba ser solista, pero terminó en el proyecto paralelo del mismo Berlanga, denominado Dinarama.

Este tema, denominado como el título de este texto, fue elegido como el sencillo promocional del álbum mencionado por un ejecutivo de Hispavox -la disquera del grupo por ese tiempo, y con la cual tuvieron otra serie de problemas- que se mostró muy fascinado por su sonido y por su letra.  El tema es una reivindicación del grupo frente a las campañas denigratorias en contra de la música disco por parte de varios sectores radicales del rock español, se inspiró en temas como "Cuba" de Gibson Brothers y "I want your love" de Chic, y bromea sobre los efectos que deja el bailar desenfrenadamente.

¡Sírvanse disfrutar de este pegajoso tema!




"Bailando..., 
me paso el día bailando,
y los vecinos mientras tanto, 
no paran de molestar."

"Bebiendo, 
me paso el día bebiendo, 
la coctelera agitando,
llena de soda y vermut." 

"Tengo los huesos desencajados,
el fémur tengo muy dislocado, 
tengo el cuerpo muy mal, 
pero una gran vida social." 

"Bailo todo el dia...,
con o sin compañia... 
¡Muevo la pierna, muevo el pie, 
muevo la tibia y el peroné!
¡Muevo la cabeza, muevo el esternón, 
muevo la cadera siempre que tengo ocasión!"

"¡Bailando...!"

"Bailando..., 
me paso el día bailando,
y los vecinos mientras tanto, 
no paran de molestar."

"Bebiendo, 
me paso el día bebiendo, 
la coctelera agitando,
llena de soda y vermut." 

"Tengo los huesos desencajados,
el fémur tengo muy dislocado, 
tengo el cuerpo muy mal, 
pero una gran vida social." 

"Bailo todo el dia...,
con o sin compañia... 
¡Muevo la pierna, muevo el pie, 
muevo la tibia y el peroné!
¡Muevo la cabeza, muevo el esternón, 
muevo la cadera siempre que tengo ocasión!"

"¡Bailando...!"

viernes, 21 de diciembre de 2018

Doce a uno.

La selección española de fútbol venía de ofrecer una irregular, tirando a mala, imagen en su Mundial, organizado en 1982, donde fue eliminada en la segunda ronda y jugando con buena parte de la nómina de la Real Sociedad de Fútbol, que venía de ser campeona de liga en dos ediciones consecutivas.  Bajo el mando de Miguel Muñoz, buscaba recuperar prestigio, y por qué no, acrecentarlo, ya que era una de las selecciones consideradas de segundo nivel dentro del ámbito europeo.

El 8 de Enero de 1982, meses antes del mundial español, se sortearon los grupos de clasificación de la Eurocopa a realizarse en Francia, los cuales se determinaron en siete -cuatro de cinco equipos y tres de cuatro-, donde solo clasificaría el que lograse el primer lugar.  En Mayo, Rumania y Chipre iniciaron el camino a Francia, pero nuestro equipo protagonista iniciaría en Octubre, ya que los demás equipos de su grupo iniciaron su camino en Junio.

España fue encuadrada en un grupo complicado, junto a los Países Bajos, a Irlanda, a Islandia y a Malta, coprotagonista de este texto.  Los de la Cruz de San Jorge iniciaron la eliminatoria derrotando 2-1 a Islandia en Messina, pero no volvieron a jugar hasta dentro de seis meses, donde en Aquisgrán (Alemania) fueron goleados 6-0 por los Países Bajos gracias a una sanción de la UEFA.  La Roja, venció 1-0 a una difícil Islandia en Málaga y en Noviembre empataron a tres ante Irlanda en Dublín.  Así ambas selecciones cerraron 1982.

Llegó 1983 y el 16 de Febrero, Juan Señor, figura del Zaragoza, anotó de penal el gol de la victoria ante los Países Bajos, equipo que a pesar de estar renovándose y caer de forma agónica en las eliminatorias mundialistas, aún tenía prestigio internacional.  El 27 de Abril, Santillana e Hipólito Rincón le daban la victoria a los españoles ante Irlanda, iniciando su declive para terminar eliminada.  En Mayo, España visitó a Malta en una difícil cancha en Ta' Qali, recientemente adecuada para el fútbol internacional, donde la experiencia y la garra hizo posible la victoria con goles de Señor, "Lobo" Carrasco y Rafael Gordillo.  Dos semanas después, Antonio Maceda, con un gol tempranero, bastó para ganar en Reikiavik.

Un parón de casi seis meses fue necesario para que España volviese a jugar, en la ansiada visita a Rotterdam, perdiendo por 2 a 1 con goles de Peter Houtman y un naciente Ruud Gullit.  Mientras tanto, Malta perdió sus partidos como local ante Irlanda y España, y como visitante ante Islandia, para sufrir una aparatosa derrota por 8 a 0 ante Irlanda.

Llegó Diciembre y la perversa gestión de los directivos malteses se hizo notoria, ya que aparte de hacer que se programaran sus últimos tres partidos como visitante, dejaron que sus dos últimos juegos se programaran en un lapso de cuatro días, y para variar, contra los rivales más fuertes del grupo.  Malta visitó Rotterdam el 17 de Diciembre y fue derrotada por 5 a 0, resultado del cual estaba muy pendiente España, pues esperaba que la Oranje no goleara o que los malteses sacaran por lo menos un empate, cuestiones que no sucedieron.  Ese resultado dejaba con pie y medio en la cita francesa a los Países Bajos.

Pero, España, se aferraba a una remota posibilidad...  Debía golear por diferencia de once goles a los malteses en aquella noche sevillana.  Los malteses llegaron dos días antes a Sevilla con muchos problemas durante su vuelo, e inclusive, no pudieron descansar apropiadamente en su hotel gracias al ruido que causaban los aficionados; mientras tanto, los españoles prepararon concienzudamente el partido adelantando la jornada de liga y convocando a quince jugadores, entre ellos dos porteros sin experiencia en partidos de selección, como lo fueron Andoni Zubizarreta y Francisco "Paco" Buyo, quien jugó ese partido.

Hasta la misma prensa española consideraba que era imposible anotar once goles en un partido, Miguel Muñoz consideró al respecto "hablar de un 11-0 es pensar en un milagro, aunque nada es imposible".  Los malteses, un poco más jocosos, citaron -en especial su portero, John Bonello-, que España no podría anotarle tal cantidad de goles ni siquiera a un equipo infantil y que no volverían a su país si les anotaran esos goles.  Y dicen que la lengua es el azote del rabo...

Llegó la noche en el Estadio Benito Villamarín -el estadio del Real Betis- bajo una pertinaz lluvia, que hizo que no se llenara completamente.  España atacó desde el primer minuto, haciendo que Malta se encerrara en su mitad, pero de una forma infame, pues dejó tantos huecos que parecían un queso gruyere.  Y a los tres minutos, Juan Señor tuvo la oportunidad de abrir el marcador a través de un penal que le cometieron al "Lobo" Carrasco, pero lo mandó al palo derecho de John Bonello.

Al cuarto de hora, un gran centro de Antonio Maceda es cabeceado con perfección por Santillana, para iniciar la faena; pero nueve minutos después, Silvio Demanuele -el cual confunden en las fuentes con Michael Degiorgio- recoge un balón en el mediocampo español, regatea y dispara desesperadamente, golpeando el balón en Maceda y desubicando a Buyo.  Empate en Sevilla y todo vuelve como antes, España debe anotar once goles más.  Santillana dejó el marcador 3-1 en tres minutos (26 y 29), aprovechando los huecos malteses; pero sus compañeros no pudieron ampliar más la ventaja, finalizando de esa forma el primer tiempo.

Antes de iniciar el segundo periodo, el mismo Santillana expresó ante la Radiotelevisión Española que lo intentarían, a pesar de todo lo que fallaron en el primer tiempo.  Hipólito Rincón le hizo caso y con un gran regate a los dos minutos de la reanudación, logró el 4-1; diez minutos después, aprovechando un descuido infame de John Buttigieg, anotó el quinto.  Maceda pagó su involuntaria deuda anotando dos goles en un minuto, aprovechando balones sueltos en el área, dejando en siete la cuenta de goles.  Faltaban solo cinco goles y veintiséis minutos de juego.

Otro regate sin oposición efectiva de Rincón dejó el marcador en 8-1 y pasaron doce minutos donde España quiso pero no pudo.  Ahí volvió la figura de Santillana, quien en otro balón libre en el área penal, venció sin problemas a Bonello, anotando su cuarto gol.  Rincón llegó también a cuatro goles dos minutos después, cuando ya Malta jugaba con diez por la expulsión de Degiorgio por pérdida deliberada de tiempo, al conectar un centro a corta distancia de Maceda.

Quedaban doce minutos y solo faltaban dos goles.  Manu Sarabia recibe un balón desde la línea de fondo y de primera intención vence a Bonello, ahora quedaban diez minutos.  Cuatro minutos después, Víctor Muñoz recoge un balón en mediocampo maltés, hace la pared con Señor, intenta eludir dos malteses pero le hacen zancadilla, un tercero rechaza mal y José Ángel de La Casa solo grita...

"Señor, Señor...  ¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!  ¡GOL DE SEÑOR!  ¡GOL DE SEÑOR!  ¡ES EL NÚMERO DOCE!"

Así es.  El mismo jugador que iniciando el partido falló un penal que pudo ser el primer gol de esta hazaña, cerró el marcador anotando el duodécimo gol que necesitaba "La Roja" para clasificarse a la Eurocopa de 1984.  En ese momento, el técnico de esa selección española, Miguel Muñoz, solo atinó a decir "vamos a marcar tres más", pero solo pudieron anotar uno, el cual le fue anulado a Rafael Gordillo.  Ah, y solo hizo una sustitución, ingresó a Marcos Alonso -padre del homónimo jugador del Chelsea- por una de sus figuras, Rincón.

El campo de juego fue invadido apenas se anotó el duodécimo gol, generando riesgo para la selección española; inclusive a los mismos jugadores españoles les tocó echar a los hinchas a patadas.  De nuevo, los hinchas hicieron de las suyas apenas el árbitro turco Erkan Göksel finalizó el partido, sin siquiera reponer un minuto; invadieron completamente el campo y literalmente, borraron a los malteses, quienes dentro de esa marabunta se fueron directo al camerino, humillados, pues obtuvieron la peor derrota de su historia como miembros de la FIFA.

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Paseados en hombros, reconocidos como héroes, los seleccionados españoles celebraron esta victoria y dejaron lo que hoy se conoce como "La Furia", abandonando el sambenito de segundones que tenían en Europa, pese a tener una de las ligas más reconocidas del continente.  Hasta la política se pronunció ante esta manifestación deportiva, que duró hasta altas horas de la madrugada del día siguiente.  En los Países Bajos, la derrota se tomó con demasiada deportividad, culpándose del no haber aplastado a Malta como correspondía, para hacer más difícil la tarea a los españoles, y culpando a los malteses por el pésimo planteamiento del partido.  No faltó quien dijera que el partido estuviese arreglado.

Para los malteses, este partido fue una auténtica afrenta a su honor.  Victor Scerri, su entrenador, renunció apenas regresaron a su país, John Bonello fue reprendido por sus compañeros -tanto por su desempeño como por sus declaraciones- y varios integrantes de esa selección renunciaron para tomar otros horizontes profesionales.  La Asociación de Fútbol de Malta investigó las causas de este terrible resultado, no sin antes denunciar varias conductas incorrectas del público sevillano, concluyendo que el amateurismo, la mala preparación física, la falta de instalaciones apropiadas y la programación de partidos afectaron el desempeño del equipo y dejaron este resultado en los registros.  Como anécdota, el presidente de esa asociación para ese tiempo, George Abela, fue elegido como presidente de Malta en el 2009.

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España llegó con ínfulas de grande y así llegó a la final de París, donde perdió 2-0 con el anfitrión en una triste tarde de Luis Arconada, el portero de la Real Sociedad.  Desde esa derrota, y varios eventos desafortunados en los Mundiales y en las Eurocopas -no clasificó a la de 1992-, construyó de a poco su camino para lograr el Campeonato Mundial del 2010 en Sudáfrica, viendo pasar generaciones de jugadores que tuvieron prestigio internacional, pero que no eran capaces de demostrarlo jugando como un equipo.

Hoy, treinta y cinco años después, toda España y aquellos que admiramos a su selección de fútbol recuerdan esta hazaña sevillana, un imposible que se convirtió en milagro gracias a la tenacidad de doce jugadores que comprendieron la necesidad de cumplir con un objetivo, clasificar a una Eurocopa y limpiar la imagen de un equipo.  Los Buyo, Camacho, Goicoechea, Maceda, Señor, Víctor, Carrasco, Gordillo, Sarabia, Rincón, Santillana y Alonso, quedan en un recuerdo imborrable en el fútbol internacional.  Y los malteses, seguirán recordando esta fecha como infame y seguirán inventando argumentos para desprestigiar esta hazaña.

Y para terminar, ¡Sí, sí, sí!  ¡España va a París!

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Como colofón a este texto conmemorativo, comparto los siguientes videos:

1. Resumen de los goles.


2. Partido completo.


3. Reunión de varios jugadores que disputaron el partido, treinta años después.


4. Reportaje de "Fiebre Maldini", de Movistar+, titulado "El día más triste de Malta".


jueves, 20 de diciembre de 2018

"¿Quién soy?"

Dentro de la vasta filmografía de Jackie Chan, se destaca esta gran película como parte de su intención de internacionalizarse y salir gradualmente del mercado asiático, denominada "Who am I?" o "¿Quién soy?", donde interpreta a una versión ficcionalizada de sí mismo como un integrante de fuerzas especiales que pierde la memoria en un accidente y sobrevive en las sabanas sudafricanas, partiendo hacia Rotterdam (Países Bajos) donde enfrenta a un agente corrupto de la CIA y sus secuaces con el fin de recuperar su identidad.

Al finalizar la película, como es costumbre de Jackie, aparecen los famosos errores o "bloopers", donde él, sus dobles y sus compañeros de escena muestran las fallas que cometen durante la producción, al igual que otras escenas donde Jackie transmite sus conocimientos a las personas que habitan los lugares donde graba sus películas.  No fue esta la excepción, y junto a esas escenas, comparto el tema que identifica a esta película, cantada por este grandioso actor.  ¡Disfrútenla!



miércoles, 19 de diciembre de 2018

Milagro en las alturas: El Cienciano campeón de la Sudamericana 2003.

En aquellas tierras altas del Cusco, se fundó en 1901 un club rico en historia pero modesto en éxitos deportivos denominado Cienciano, el cual desde los años setenta hasta mediados de esta década se convirtió en un animador del fútbol profesional peruano, aprovechando la altura de la ciudad y convirtiéndose en uno de los referentes de la afición del sur de ese país.

En el 2003, gracias a una gran campaña liguera en su pasada temporada, donde también participó por primera vez en la Copa Libertadores de América, consigue el cupo a la Copa Sudamericana, donde el sistema de juego lo encuadró contra un equipo tradicional, el Alianza Lima, el cual venció 1-0 en ambos partidos, clasificándose para la segunda ronda, donde disputaría la serie contra la Universidad Católica de Chile.

Un 4-0 categórico ante los cruzados en el Cusco pudo significar una clasificación segura, pero en Santiago, pese a un autogol, la Católica luchó para igualar la serie, pero apenas le alcanzó para un 3-1 que los dejó por fuera.  Los imperiales estaban dando pasos de gigante, pero en cuartos de final, el Santos de Pelé los esperaba.


El partido de ida, en Villa Belmiro, fue un presagio de lo que sufrió el "Peixe" al año siguiente en Copa Libertadores.  Un autogol de Álex a los setenta y un minutos le daba la victoria a Cienciano, pero Robinho empató el juego seis minutos más tarde.  En el Cusco, Germán Carty abrió el marcador a los once minutos, pero Elano igualó muy pronto; el mismo Carty, a los treinta y cuatro, dejó el marcador 2-1 y la clasificación para los rojos, que enfrentarían al Atlético Nacional, finalista de la edición anterior.


El partido de ida, en el Atanasio Girardot, fue un verdadero aguinaldo para Cienciano.  Y digo aguinaldo, porque un defensor llamado Aguinaldo Aquivaldo Mosquera le regaló el balón a Germán Carty -rechazó hacia el centro sin percatarse que el peruano estaba muy atento para recibirlo- para que venciera a Milton Patiño.  El mismo Mosquera y Miguel Llanos fueron expulsados antes de finalizar el primer tiempo, y para el segundo, Iván "Champeta" Velásquez empata el partido para darle una luz de esperanza a los verdolagas.  Paolo Maldonado ingresa para darle salida al equipo, y gracias a otro horror defensivo, esta vez de Carlos Díaz, gana un balón largo para acomodarse dentro del área y colgar a Patiño.  Inesperada victoria peruana en Medellín y a Nacional le esperaba una difícil tarea en el Cusco.


Tanto fue, que en vez de darle importancia a esta serie, el Verde decidió priorizar la liga y envió un equipo mixto al Perú.  Apenas se acomodó la defensa, de nuevo Carty anota un gol decisivo, venciendo a Andrés Saldarriaga.  El partido no destacó demasiado, pero Juan Carlos La Rosa tuvo una oportunidad a través de un disparo largo que terminó en el vertical izquierdo de Saldarriaga y Carlos Lugo falló un penal que pudo darle más holgura a la clasificación.

La final se jugaría contra uno de los grandes argentinos, el Club Atlético River Plate.  En aquella noche veraniega de Buenos Aires, la fiesta estaba armada en Núñez y los hinchas "millonarios" querían una goleada, pero no fue así.  A los veintiséis minutos, Julio García levantó un tiro de esquina con destino Santiago Acasiete, él cabecea al palo derecho de Franco Constanzo y el rebote queda justo para que Giuliano Portilla la empuje con potencia para abrir el marcador.  Nadie podía creerlo.

Dos minutos más tarde, Maximiliano López, aquel delantero que fuese más reconocido por sus escándalos sentimentales que por su accionar, elude con una finta la marca de Lugo y derrota a Óscar Ibáñez con un disparo cruzado y rasante.  En el segundo tiempo, un cambio de frente encuentra muy bien posicionado a Eduardo Coudet, quien avanza hacia el área, hace un pase de la muerte que Ibáñez no puede cortar y "Maxi" López apenas llega con presteza para empujar suavemente el balón a gol.

Minuto veintidós del segundo tiempo, Cienciano se toma confianza.  Llanos levanta un centro desde su costado y Germán Carty, muy bien ubicado, cabecea picado para vencer por debajo de las piernas a Constanzo.  El Monumental volvía a enmudecer.  Y seguía así, gracias a un excepcional cabezazo de Portilla a centro vía tiro libre de Maldonado, anticipándose a la salida de Constanzo.  3-2 a favor del equipo cusqueño.  Pero, a cinco minutos del final, apareció la estampa del "Matador", del chileno Marcelo Salas, quien aprovechando un intento fallido de Christian Tula, cabecea ante el intento acrobático de Acasiete de evitar el gol.


River Plate tuvo muchas oportunidades para golear, pero su mala puntería, la suerte e Ibáñez fueron fundamentales para este 3-3, el cual Cienciano lo aprovecharía a su favor, aunque las circunstancias no lo favorecerían para la final.  No podrían jugar en su casa, el Inca Garcilaso de La Vega, pues no cumplía con las disposiciones de la Conmebol y a su vez, estaba remodelándose para la Copa América 2004; deberían hacerlo en Arequipa, más exactamente en el Estadio de la Universidad Nacional de San Agustín.  En una ciudad más baja en altura sobre el nivel del mar, pero que ya conocían gracias a que debían visitar al Melgar en el tradicional "Clásico del Sur" en el Torneo Descentralizado, los imperiales recibirían a los de la banda cruzada en una verdadera fiesta.

River Plate olvidó que estaban jugando fuera de casa y se tomó confianza, liderando las acciones.  Marcelo Gallardo tuvo una oportunidad muy clara desde media distancia, pero su disparo se fue directo al palo izquierdo de Ibáñez.  Luis Óscar "Lucho" González también tuvo la suya, luego de cabecear sin oposición un balón proveniente de un tiro libre, pero Ibáñez estuvo muy atento para desviar el balón hacia la esquina.

El segundo tiempo fue terrible para Cienciano.  La Rosa comete una imprudencia al rechazar un balón, pero la exageración de Óscar Ahumada hace que el árbitro uruguayo Gustavo Méndez lo amoneste por segunda vez y lo expulse.  Pero, en el minuto 32, una falta contra Alessandro Morán a unos treinta metros de la línea de gol, es transformada en un golazo de Carlos Lugo que desató la locura en todo el Perú.


A seis minutos del final, García es expulsado, quedándose los cusqueños con nueve jugadores, pero solamente quedaba aguantar hasta que Méndez pitara el final.  Llegó ese ansiado momento, y la cancha de la UNSA fue invadida por todos los integrantes del Cienciano, al igual que fue invadido el corazón de todos los peruanos, desde Tumbes hasta Tacna, desde el Amazonas hasta el Titicaca, por lo hecho por un club de provincia que apenas destacaba en su liga.

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Esta hazaña del Cienciano fue repetida al año siguiente por otro club de provincia en la Copa Libertadores, el Once Caldas de Manizales, quien en su camino, y eso que sufriendo en octavos de final ante el Barcelona ecuatoriano, dejó en el camino a Santos, a Sao Paulo y a Boca Juniors, consiguiendo la clasificación a la Copa Intercontinental.

Volviendo a nuestros protagonistas, clasificaron a la Recopa Sudamericana 2004 que se jugó en Septiembre, en Fort Lauderdale.  Un gol de Carlos Tévez a los treinta y tres minutos les daría algo de seguridad, pero Rodrigo Saraz, un compatriota que se formó en Nacional y tuvo un largo trasegar por varios clubes de provincia en el Perú, empató el partido faltando un minuto para su final.  Al finalizar el tiempo reglamentario, se decidió jugar la tanda de penales, y Óscar Ibáñez emergió como la figura del partido al atajarle los disparos a Carlos Tévez y a Fabián Vargas.

Cienciano tuvo muy buenas campañas después de este éxito, que lo consagraron como el único club peruano que logró ser campeón de dos torneos internacionales oficiales, cosa que no pudieron lograr los grandes de Lima -Alianza Lima, Sporting Cristal y Universitario de Deportes-.  Pero, una crisis dirigencial -incluyendo un robo de dinero realizado por un jugador que hizo parte de esta gesta, César Ccahuantico- lo llevaron al descenso en el 2015, situación de la cual espera salir pronto.  Freddy Ternero, el técnico que pese a sus errores lideró un equipo valeroso, unido, serio y efectivo, llegó a la selección peruana -luego de un interinato en 1997- donde apenas logró ganar la Copa Kirin, se dedicó a la política y falleció en Septiembre del 2015 gracias a un cáncer. 

Óscar Ibáñez, Santiago Acasiete, Carlos Lugo, Alessandro Morán, Giuliano Portilla, Juan Carlos Bazalar, Paolo Maldonado, Juan Carlos La Rosa, Julio García, Rodrigo Saraz, Germán Carty, Maurinho Mendoza, Alexander Araújo, Martín García, Miguel Llanos, César Ccahuantico, Carlos Ibarra, Carlos Lobatón, Ramón Rodríguez, Roberto Holsen, Ernesto Zapata, Abel Lobatón y Jean Garrafa.  Esa fue la nómina campeona de un club que para esta fecha cumplió ciento dos años y aunque desearon ganar algo en el 2001, lo lograron pocos años después, con gloria y brillo para su palmarés.

¿Volverá el Cienciano a ser grande como lo fue en esa noche mágica arequipeña?  ¿Volverá el fútbol peruano a ser un grande de Sudamérica?  Lo mostrado para llegar al Mundial de Rusia no puede ser un simple accidente, sus clubes lo tienen todo para repetir una hazaña así; solo la dirigencia, que no puede ser un retrato de "Laura en América", necesita creer que sí se puede.

domingo, 16 de diciembre de 2018

"Esta cobardía".

Antonio José Cortés Pantoja, más conocido por el mundo musical como Chiquetete, nació en Algeciras (España), el 26 de Julio de 1948.  Descendiente de una familia gitana, ésta se mudó a Sevilla cuando tenía ocho años de vida.  A los doce años, incursiona en el mundo musical integrando el grupo "Los algecireños" -luego conocido como "Los gitanillos del Tardón"-, el cual también integraba su tío materno Juan Pantoja y que gracias a la vida, adoptó el nombre artístico de su padre, denominado "Pipoño de Jerez".  También, a manera de anécdota, una vecina de su familia, de origen alicantino, le empezó a llamar "xiquet", adjetivo catalán para nuestros niños, y por esta razón, al poco tiempo empezó a ser denominado "Chiquetete de Jerez", origen del apodo que todos conocemos de nuestro homenajeado.

Con "Los gitanillos" continuó su carrera hasta 1976, donde decide iniciar su carrera como solista, y en 1980, decide dar un giro hacia la balada romántica, pero con influencia de la música flamenca, como se hizo notar en algunas de sus producciones.  En 1988, lanza dos de sus mayores éxitos, dentro del disco "Sevilla sin tu amor", los cuales le dejaron gran éxito, diluyéndose en los noventa a pesar de haber lanzado cuatro discos y una recopilación de sus éxitos, para luego tomarse un breve retiro a inicios de siglo.

En el 2004, bajo la producción musical de uno de sus hijos, Francisco "Fran" Cortés, regresa a los escenarios con el disco "Bajo la marea", con relativo éxito.  Esta producción y "La magia de una voz" fueron sus dos últimas producciones de su carrera.  Tuvo cinco hijos producto de dos matrimonios que terminaron en divorcio, su última cónyuge fue la señora Carmen Gahona, quien lo acompañó hasta el día de hoy.  Chiquetete falleció en Sevilla luego de sufrir complicaciones cardíacas producto de una reciente operación en su cadera.

El tema que compartiré a continuación, hace parte del disco "Sevilla sin tu amor".  Literalmente, es la expresión pura de un amor imposible y personalmente, no soy capaz de dedicarla; y por supuesto, est canción es su tema más reconocido en este lado del Atlántico.  Con este merecido homenaje a este gran cantante andaluz, ¡sírvanse escuchar este gran tema!




"No se da ni cuenta, que cuando la miro,
por no delatarme, me guardo un suspiro,
que mi amor callado, se enciende con verla,
que diera la vida, para poseerla."

"No se da ni cuenta, que brillan mis ojos,
que tiemblo a su lado, y hasta me sonrojo,
que ella es el motivo, que a mi amor despierta,
que ella es mi delirio, y no se da cuenta."

"¡Esta cobardía de mi amor por ella,
hace que la vea igual que a una estrella,
tan lejos, tan lejos, en la inmensidad,
que no espero nunca poderla alcanzar!"

"¡Esta cobardía de mi amor por ella,
hace que la vea igual que a una estrella,
tan lejos, tan lejos, en la inmensidad,
que no espero nunca poderla alcanzar!"

"No se da ni cuenta, que le he conseguido,
los cálidos besos, que no me ha pedido,
que en mis noches tristes, desiertas de sueño,
en loco deseo, me siento su dueño."

"No se da ni cuenta, que ya la he gozado,
porque ha sido mía, sin haberla amado,
que es su alma fría, la que me atormenta,
que ve que me muero, y no se da cuenta."

"¡Esta cobardía de mi amor por ella,
hace que la vea igual que a una estrella,
tan lejos, tan lejos, en la inmensidad,
que no espero nunca poderla alcanzar!"

"¡Esta cobardía de mi amor por ella,
hace que la vea igual que a una estrella,
tan lejos, tan lejos, en la inmensidad,
que no espero nunca poderla alcanzar!"