jueves, 10 de febrero de 2011

Twitteratón (Primera Parte).

Hoy voy a hablar de la Twitteratón, tanto de la que se realizó en Diciembre pasado como la sucedida el pasado Sábado 5 de Febrero.

A finales del año pasado, nuestro país sufrió mucho por culpa del invierno, el cual dejó bastantes damnificados, y un número significativo de pérdidas humanas. Un grupo de personas, que poseen cuenta en la red social Twitter y afincadas en Medellín, decidieron unirse y convocar a sus colegas para recolectar ayudas para los compatriotas damnificados por aquellos desastres naturales; la idea fue replicada con bastante éxito en otras ciudades importantes de nuestro país.

Bogotá fue la segunda ciudad en albergar esta iniciativa, la cual decidió albergarse en el Teatro R101, en las cercanías de la Calle 72. A las ocho de la mañana del 11 de Diciembre se empezó a sentir toda la movilización desplegada a través de Twitter y Facebook y siguió a lo largo del día, hasta caer la tarde. Yo tenía ese día tutoría en mi nueva Universidad y planeaba asistir, ya que muy seguramente me quedaría tiempo para hacer mi aporte.

A eso de la una de la tarde, llegué al teatro e inicié mi registro fotográfico, y procedí a buscar a @juansemo, uno de los promotores de la idea en la Capital. Le pregunté qué faltaba y me respondió que faltaban implementos de aseo. Con la idea en la cabeza, le dije que iría por las cosas y quien les escribe cogió camino hacia el Éxito de la Calle 53 para comprar las cosas, retornando al teatro a eso de las dos.

Ya en el teatro, ví que todos los que llegaban traían sus donaciones, e ingresando al teatro, dejé mi testimonio con voz de tarro en la transmisión y saludé a los que conocía, algunos reconocibles por sus caras, otros porque traían un carné que los identificaba. Pensaba irme hacia el Terminal, pero no, decidí quedarme unas horas más, para acompañar a los compañeros que estaban dentro del teatro empacando las donaciones y acomodándolas en los vehículos que otros compañeros colocaron para transportarlas hacia la Cruz Roja Colombiana.

Si bien pude quedarme hasta el final, no lo hice. Faltando algunos minutos para las cinco, ya la mayoría de las donaciones recibidas fueron debidamente acomodadas y transportadas hacia la Cruz Roja decidiendo acompañar a @Gihernandez77 a cargar su vehículo con el alimento para animales que recibiría la fundación La Huella Roja, que se vinculó para ayudar a las mascotas que quedaron sin hogar gracias a la furia de la naturaleza. Fui con él hasta la casa de @anamariazul -quien también cargó su vehículo con alimento, pues llegó bastante- para dejarlos allá.

De ahí, partí a casa, feliz de haber contribuído con la causa y con la euforia por las nubes por conocer en persona a varios colegas en Twitter, unos de las épocas antes de eso, como @rataflechera (@chlewey), @Monobio y @udsnoexisten, otros como @juansemo, a quien conocí en Bogotá en plena fiebre mundialista, o como @elcachaco, @AdriOrjuelaV, @solano y @OkimXD, quienes comparten momentos de esparcimiento conmigo en esta red social. Lo mejor de todo, es que pude seguir a más gente desde ese día y que, desde la distancia que representan 71 kilómetros hacia la Capital, me alegran cada momento en Twitter y me permiten observar otras formas de ver las cosas que ocurren en nuestro mundo, a los cuales saludo con gran cariño.

¿Qué les cuento de anécdotas y cosas por el estilo? Primero, que tenía por ahí dos afiches publicitarios de Anapoima, de una serie especial emitida por la Gobernación de Cundinamarca, hermosísimo desde todo punto de vista, ambos los entregué a @juansemo y a @julitamartinez, sé que los conservan con mucha alegría. Que no pude ocultar mi felicidad al conocer a @paitocp. Que conocí a Marcela Alarcón, la voz que acompaña a muchos trasnochadores y madrugadores en W Radio. Que muchos de ustedes conocieron a alguien que se coloca una manilla alegórica a su patria chica en su muñeca derecha. Que hice algo de bulla para quitar el estrés gritando "¡La Mesa, Tocaima, Girardoooot, con puestos!" al cargar la camioneta de @diegohps. Que la mascota de Diego -es un perro y se llama Zeus- contribuyó a la tranquilidad del grupo. Que recordé mis conceptos de Tetris al cargar las camionetas. Que la cadena humana fue una locura. Que la foto que me tomó @julitamartinez como testimonio quedó con un pequeño detalle erróneo de mi parte. Y que fue la primera vez, en la que ví a tantos compañeros de Twitter juntos.

Las fotos oficiales del evento las pueden ver aquí.

Esperen la segunda parte.

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