lunes, 10 de agosto de 2015

388 años.

Hoy cumplió años mi patria chica y por cosas de la vida, me perdí la celebración.  Incluso, a mala hora supe que entregaron unos libros sobre la historia de Anapoima y no pude conseguir uno solo, con la canallada de saber que hubo gente que se llevó más de un ejemplar para su casa.

Hoy, 388 años después, de los cuales los últimos veinticinco he vivido con algo de razón y de sabiduría, noto que esos mismos veinticinco años mostraron que Anapoima sigue siendo la misma como sociedad, sin importar qué tanto flujo migratorio haya surcado esta meseta.

Sobra decir qué pienso sobre este cuarto de siglo anapoimuno que ha transcurrido, por más construcciones bellas y generadoras de riqueza hayan realizado.  Solo diré que estamos viviendo en una burbuja que tarde o temprano explotará y generará una crisis de la cual no nos levantaremos pronto.

En poco más de dos meses elegiremos un nuevo gobernante, algunos prometiendo cambios, otros prometiendo continuidad.  ¿Sabremos hacer las cosas?  Muchos de mis paisanos y yo estamos cansados de muchos vicios que poseen nuestros actuales dirigentes y considero que es hora de un verdadero cambio, no solo nominal, sino generacional y dirigencial.

Hoy fue un día de fiesta, por el simple hecho de ser oriundo de esta meseta, pero en vez de celebrar ruidosamente, reflexiono sobre la actualidad de mi patria.  No puedo concebir que muchos otros carezcan de pertenencia hacia Anapoima.  Me entristece, me indigna en absoluto.  Y por ahí empiezan los problemas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si viene aquí a comentar, que sea para eso, no para armar pleitos. Si viene a otra cosa, váyase para su casita y deje que otros que sí tengan voluntad de comentar correctamente lo hagan.