¡Feliz Cumpleaños, Anapoima!

Aquel 10 de Agosto de 1627, un oidor enviado por la Corona Española llamado Lesmes de Espinosa Saravia estuvo en estos parajes del suroccidente cundinamarqués haciendo lo que solía hacer en esos tiempos de la Colonia, fundar poblados para que los indios que se sometieran a España los habitaran.

Lesmes de Espinosa había llegado a principios del Siglo XVII a la Nueva Granada, y antes de llegar a lo que hoy es Anapoima, había fundado algunos pueblos en el actual Santander. Ese día, en San Dionisio de los Caballeros de Tocaima, a través de un documento -denominado auto- se creó el poblado de La Mesa de Mexía o de San Juan, a unos kilómetros hacia el occidente de la actual Anapoima, población que no prosperó. Los documentos históricos que narran sobre los antecedentes del municipio, cuentan que en 1678 se formó la actual población, en el sitio geográfico que ocupamos ahora.

Casi un siglo después, al extinguirse los indios, se crea la parroquia de blancos, hecho que cuenta Felipe Pérez en su Geografía de Cundinamarca. De ahí, no se conocen muchos datos hasta 1864, donde Anapoima es elevado a la categoría de municipio, la cual nunca la ha perdido.

A lo largo de este último siglo y medio, Anapoima se ha convertido sigilosamente en uno de los destinos de descanso más apetecidos por las gentes de la Sabana de Bogotá, y en los últimos años, ha sido polo de inversiones turísticas para la clase dirigente del país.

Aquí han residido, por temporadas, los siguientes presidentes de la República de Colombia: Rafael Núñez, Rafael Reyes y Manuel Antonio Sanclemente, éste último en la casona que aloja actualmente al Banco de Bogotá. Además, el escritor Miguel Samper pasó sus últimos días de vida en este municipio.

Actualmente, el municipio posee como fuentes económicas la agricultura y el turismo, dadas sus características geográficas y sus facilidades de acceso desde la Capital de la República y el sur del país.

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Esto es sólo lo que se encuentra en muchas fuentes bibliográficas, pero muy pocas personas se han dado cuenta de lo grande que es nuestro pueblo, nuestra Anapoima.

Muchos recordamos que hace veinticinco o treinta años, nosotros éramos un sitio cualquiera en el mapa de Colombia. Ahora, casi siempre para bien, esta tierra es renombrada internacionalmente por sus eventos y por sus características.

Muchos recordamos que hace más de veinte años, llegó un hombre bonachón, que le cambió la historia cultural de nuestro pueblo y nos llenó de gloria enseñándonos el valor de la música.

Muchos recordamos que desde el Eje Cafetero, llegó un soñador de la danza, que convirtió a esta meseta en un mar de sueños hechos bailes.

Muchos recordamos, que no muchos venían de paseo para luego quedarse. Hoy, ya son bastantes, y son tan orgullosos como los de sangre.

Muchos recordamos nuestra infancia y juventud en esta tierra. Hoy, desde donde estén, la añoramos con alegría, volviendo cada vez que podemos.

Muchos recordamos, que nuestro pueblo nos llena de orgullo. Y seguiremos siendo tan orgullosos como ayer y hoy.

¡Feliz Cumpleaños, Anapoima!