martes, 28 de marzo de 2017

Dieciocho: ¡Odio estar enfermo!

Les había contado que había entrado a Fontanar con clima soleado y salí con una lluvia de esas que suelen verse en la Sabana.  Ese cambio, me enfermó.  Hoy transcurrió el día con mucho malestar, escalofríos, fiebre, temblores.  No supe cómo resistí, y eso que por la tarde no quería salir del cuarto de lo enfermo que estaba.  Pensé incluso en ir hasta el centro de salud para que me atendieran.  Bueno, cuando llego a estas situaciones, hay que armarse bien de medicinas, tomárselas como corresponde y evitar los cambios de clima.

Odio estar enfermo.  Aparte de que no puedo disfrutar como quiero el entorno, pongo en riesgo a los demás.  Lo de hoy, me recordó cierta epidemia de hace veinte años, que la llamaron "el abrazo del pato", que la sufrí con todo.  Estaba estudiando y debí asistir al colegio así.  Tuve casi los mismos síntomas, no podía mantenerme en pie por mucho tiempo, pero ni supe cómo me curé ni recuerdo bien si alguien más en mi casa o dentro de mis allegados sufrió lo mismo.

No le deseo un malestar así a la gente, queridos amigos.  Lo cierto, es que con estos climas extremos, hay que evitar los cambios bruscos de temperatura y alimentarse bien, especialmente con frutas.  Hay que abrigarse bien, por supuesto.  Por mi lado, espero recuperarme muy pronto, ya viene la Semana Santa y no pienso pasarla en ese estado.

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