miércoles, 29 de marzo de 2017

Diecisiete: Humanos antes que trabajadores.

Esta noche, la funcionaria que me está haciendo la vida imposible aquí, salió diciendo que debía salir de mi escritorio, porque ya era hora de salir.  En ese momento, un equipo de la Secretaría de Planeación me estaba dando guerra porque no tenía las actualizaciones correspondientes, y debía dejarlo actualizado para que su usuario al otro día pudiese trabajar en él; hoy no pudo trabajar gracias a que ese proceso era dispendioso y por ello, debí prestarle mi equipo.

No respondí como se lo merecía a esa funcionaria, apenas pude decirle que yo no podía dejar sin su equipo a esa persona.  No era justo.  No era correcto.  Le importaba poco a ella, porque ella no ha sufrido de eso, por lo visto.  Pero yo sí he visto cómo una persona que trabaja en una entidad pública sufre por no tener su equipo de cómputo en las mejores condiciones posibles para desarrollar sus labores y no poder contribuir al desarrollo de una entidad territorial.  Me pasó en casa, hace casi diez años.

Aprendí, gracias a esa experiencia y a lo aprendido en mi carrera, que las herramientas tecnológicas deben estar siempre disponibles cuando sus usuarios lo requieran.  Y en este sitio, no fue la excepción.  Fiel a esos principios, la tecnología no respeta horarios de oficina cuando necesita estar actualizada.  Y como los usuarios necesitan sus herramientas en el momento indicado, no se puede decirle a ellos que no están, o se organiza un buen esquema de mantenimiento -fuera de horario si es necesario- o toda una organización se friega.

Y no olvido otra cosa, antes que ellos sean trabajadores de una organización, son seres humanos y como tales hay que respetarlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si viene aquí a comentar, que sea para eso, no para armar pleitos. Si viene a otra cosa, váyase para su casita y deje que otros que sí tengan voluntad de comentar correctamente lo hagan.