domingo, 27 de abril de 2014

Del zodiaco y otras locuras.

Había dicho en algún texto anterior que no soy muy creyente del zodiaco, ni de la astrología, ni del horóscopo, ni de esas cosas locas que suelen sacar junto a eso, como el tarot; sobrando decir que ni siquiera suelo nombrar esas cosas en mi cotidianidad.  Pero, muy de vez en cuando, leo sobre el carácter que suele atribuirse a cada una de las partes que componen el zodiaco, y uno encuentra muchas coincidencias en lo que uno es y lo que muestra su propio signo y los otros que componen esta rueda de los animales.

He aquí mi propia descripción, partiendo desde el signo siguiente al mío y sin saber demasiado de astrología, siendo honesto conmigo mismo y con mi propia forma de ser y de ver la vida.

===========

Tengo algo de Tauro, porque soy realista y me agrada hasta cierto punto lo material, lo tangible, lo que puedo obtener.  No me gusta dejar muchas cosas fuera de mi control.

Tengo algo de Géminis, porque no me gusta quedarme quieto, me gusta hablar, no me gusta quedarme callado.  Me gusta encontrarme con la gente, decirle lo que pienso y saber lo que piensan.

Tengo algo de Cáncer, porque recuerdo bien muchas cosas, mis pensamientos, mis viajes, mis heridas de guerra.  Quiero mis raíces y me aferro a ellas.

Tengo algo de Leo, porque me gusta ser el líder, el capo, el jefe del grupo, derrotando a los villanos que no visten de negro.  No me gusta la vulgaridad, ni nada que se le parezca.

Tengo algo de Virgo, porque suelo ser perfeccionista en mucho de mi quehacer, planificando todo.  Suelo ser simplista y práctico a la hora de tomar decisiones.

Tengo algo de Libra, porque el origen de mi apellido dice que soy un conciliador.  Creo en la justicia y en la igualdad, trato de crear armonía en todos los sitios a los que llego.

Tengo algo de Escorpión, porque parezco incomprendido, porque parezco enigmático.  Puedo ser tan amable como tan explosivo y ponzoñoso en menos de un minuto, pasando luego a cierto nivel de compasión.

Tengo algo de Sagitario, porque siempre apunto hacia algún objetivo, lejano por lo general.   Heredé de mi padre cierta capacidad para ser generoso con las personas que me rodean.

Tengo algo de Capricornio, porque suelo ser desconfiado y escéptico frente a muchos sucesos.  Suelo ser prudente frente a lo que realice, aunque a veces lo vea como un "negocio".

Tengo algo de Acuario, porque soy hombre de principios e ideales.  Me disgusta verme caer en contradicciones y en situaciones que arriesguen mi propia integridad moral.

Tengo algo de Piscis, porque muchas veces suelo confundirme y porque tengo demasiados ideales románticos.  Me gusta el conocimiento y quiero estar un paso más allá de lo que la mente me permita.

Tengo todo de Aries, porque siempre, a pesar de que puedan no existir, necesito una causa por la cual luchar.  Parezco un caballero medieval, en su armadura, luchando contra dragones y otros monstruos, luchando por un amor difícil, manteniendo el honor y la lealtad en mi forma de actuar.  Tengo ímpetu para estar de pie y enfrentarme al menor asomo de confrontación.  Me encanta la sinceridad pura, nada de evasivas, nada de groserías, nada de malas actitudes, me duelen bastante.  Pido perdón cuando me equivoco, así tenga que insistir miles de veces.  Suelo tener mi propia ley, no me agradan algunas bromas, ni siquiera soporto algunas ofensas.  Me puedo irritar y desesperar fuertemente por solo un comentario mal dicho, pero puedo controlarme y dejar pasar ese momento.  Expreso mi pasión con toda la energía posible, y la hago saber, aunque con el serio riesgo de que me tiren la puerta en la cara.  Me gusta mucho la tecnología y el deporte, como ustedes conocen.  No tengo mucha paciencia para hacer algunas cosas.  Espontaneidad es mi lema, no me gusta tener demasiados moldes.  Me preocupo mucho por los demás, tanto que siempre deseo que estén bien.  

En fin, así me conoce mucha gente, unos bien, muchos mal, nadie perfectamente.  Y lo que dicen todos esos textos coinciden con esa anterior frase.  Así estoy a esta hora de la vida, soñando con avanzar hacia un mejor futuro, soñando con los objetivos que me he propuesto, soñando con recuperar todo este tiempo perdido.

Y como humano que soy, no puedo desconocer ni mi propia naturaleza.  Ni siquiera la divina.  Hay alguien allá arriba que no me dejará ir todavía.  Siendo así, es hora de avanzar y demostrar por qué estoy aún vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si viene aquí a comentar, que sea para eso, no para armar pleitos. Si viene a otra cosa, váyase para su casita y deje que otros que sí tengan voluntad de comentar correctamente lo hagan.